Recientemente hemos podido
asistir al colapso de un aeropuerto internacional por la supuesta presencia de
unos drones en el área, que amenazaban la seguridad aeroportuaria. Cientos de
vuelos cancelados, 150000 pasajeros afectados, consecuencias económicas y
dramas familiares en unas épocas tan señaladas.
Este episodio debería hacer
reflexionar a los responsables de garantizar la seguridad aérea de la necesidad
de dotarse de medios adecuados para combatir la más que previsible amenaza que
supondrá la popularización de estos instrumentos llamados a revolucionar muchos
sectores económicos y sociales.
Hace unas semanas tuve el
privilegio de participar en una jornada sobre la seguridad y los drones. En la
mesa redonda de debate pude plantear y explicar a interés del moderador como
nuestra empresa va a disponer de un servicio de neutralización de drones, ante
la no ya indiferencia sino patente jocosidad e incluso sorna de los
representantes de la Administración Pública, tanto Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
como el gestor del espacio aéreo. El mayor interés mostrado fue como algo así podría
ser regulado. Supongo que deformación profesional de querer controlarlo todo.
Y es que la realidad que
pude concluir de dicha experiencia, fue una vez más que la Administración Pública
siempre va un paso atrás de la realidad social, incapaz de anticipar y sobre
todo tomar decisiones y asumir responsabilidades. Sorprende que siquiera tengan unos protocolos
definidos ante este tipo de situaciones y que en los albores de la tercera
década del siglo XXI el único medio disponible para intentar neutralizar la
posible amenaza de un dron hostil sean esos palitos con antenas que llaman
inhibidores de frecuencias, de más que dudosa efectividad, especialmente ante
una amenaza bien preparada.
El caso del aeropuerto
londinense ha puesto en evidencia muchas carencias en lo relativo a la eficacia
de las actuales posibilidades de neutralización de drones:
1º Para derribar o
neutralizar un dron hace falta primero detectarlo, lo cual no es fácil debido a
su pequeño tamaño, baja firma radar y rapidez de desplazamiento. En el caso que
nos atañe, aun hoy se duda de si realmente existió la amenaza.
2º Detectada la amenaza debe
ser neutralizada. Para ello existen diferentes posibilidades:
Inhibición
de frecuencias de comunicaciones y sistema de posicionamiento global.
Emplear la inhibición de
frecuencias tiene evidentes riesgos en determinados ambientes como puede ser un
aeropuerto. Inhibir frecuencias de forma indiscriminada amenazaría la seguridad
aeroportuaria y bloquearía las comunicaciones civiles y policiales. La inhibición
direccional también puede ser complicada. En primer lugar el equipo policial
debe detectar la posición del dron dentro del espacio aéreo restringido y
acercarse a una cierta distancia. Aun cuando se dispusiera de un “palito de
ondas direccional” tan potente como para inhibir a kilómetros de distancia, la
eficacia real se limitaría al alcance visual. Eso teniendo en cuenta que el
dron puede moverse varios kilómetros en un minuto. Incluso con un radar de tipo
militar sería complicado detectarlo, fijarlo y guiar a un equipo de tierra para
que apuntara, salvo que estuvieran integrados el radar y un equipo e inhibición direccional automático. Además
este método puede no ser eficaz si el dron funciona de forma autónoma sin
conexión exterior y se guía de forma inercial, mediante reconocimiento de
imágenes o lidar (radar laser) por ejemplo.
Cegar
la óptica mediante laser.
Es un método eficaz para
evitar que sea dirigido a un objetivo concreto con fines terroristas, si bien
nuevamente hay que considerar el problema de la “dirección de tiro” para
apuntar el laser de forma precisa a la óptica del dron. Además sería necesaria
la alineación entre el laser y los elementos de puntería, lo cual lo limita a
un sistema de protección de punto. Por
otro lado de nada sirve contra artefactos que se guíen a alcance visual o de
forma autónoma.
Capturar
el dron mediante otro dron.
Puede ser un método eficaz
pero nuevamente nos encontramos con el problema de detectar y seguir el dron
hostil con suficiente precisión. Evidentemente podemos complicar el tema
introduciendo en un “cazadrones” un radar de banda milimétrica/Ku, o un
buscador IR, como si de un caza aéreo se tratara y asumiendo así tamaños y
complejidades (costes) considerables.
Otros
métodos más “expeditivos”.
Evidentemente se puede
derribar con misiles antiaéreos, destruir con un laser de alta potencia o
quemar su electrónica mediante pulsos electromagnéticos direccionales. Pero
como en los otros casos se requiere una adecuada dirección de tiro de grado
militar. Estamos hablando ahora mismo de tecnología que esta fuera del alcance
de la seguridad interior a corto o medio plazo salvo que se genere una
verdadera amenaza extremadamente grave para la seguridad pública.
Como podemos ver, más allá
de lo idóneo del posible método a emplear para neutralizar la amenaza nos
encontramos con un problema de base. La detección y fijación de un objetivo
altamente escurridizo. Eso sin contar con la eficacia real del sistema elegido
para neutralizarlo.
En el caso Español es fácil
dudar de la capacidad presente de la Policía Nacional para hacer frente a estas
amenazas. De hecho siquiera tienen protocolos establecidos para ello, llegando
a considerarlo el derribo de una aeronave, ni tampoco su autocomplacencia hace
previsible que se vayan a implementar a corto plazo. La Administración es lenta
tomando decisiones y mucho mas asumiendo responsabilidades. Al final, una vez
producido un problema, nunca antes anticipándose a la amenaza, un consejo
directivo designa la comisión para determinar la composición del comité que
deberá crear el grupo de trabajo que presente las conclusiones del estudio del
equipo de expertos que deberá valorar para su aprobación por el organismo
interdisciplinar que garantice que el tiempo pase y que decisión alguna sea
tomada ni ninguna responsabilidad asumida.
Sin embargo, hay un sencillo
método que puede dar respuesta a estos retos que la amenaza de los drones puede
suponer. El empleo de aves de presa entrenadas y preparadas para la capturarlos.
Un ave así entrenada, y
debidamente equipada, buscará y detectará con sus afinados sentidos el objetivo
incluso a varios kilómetros y se lanzará sobre él para neutralizarlo
solucionando el problema en cuestión de escasos minutos.
Un sistema sencillo, eficaz
y relativamente barato, cuya relación coste eficacia excede en orden de
magnitud cualquiera de los complejos sistemas que serían precisos para
garantizar realmente poder neutralizar la amenaza de un dron hostil con garantías.
Este servicio de
neutralización de drones es un buen ejemplo del empeño en buscar la excelencia
ofreciendo aquellos servicios que se demandan, incluso adelantándose a las
futuras necesidades, innovando y logrando el éxito donde incluso otros, con todo
el apoyo de la Administración de un Estado, como es el caso de Bélgica, han
fracasado.
Fortium CNS ha nacido para
revolucionar el sector de la seguridad. Eficacia, eficiencia, innovación y sobre
todo una gestión del siglo XXI que ponga el énfasis en la satisfacción de las
necesidades presentes y futuras del cliente con la mejor relación calidad
precio.
"los guerreros victoriosos primero ganan y después van a la guerra. Mientras que los guerreros vencidos primero van a la guerra y después buscan ganar". La preparación, la planificación, el entrenamiento, el liderazgo y los protocolos de actuación son la base del éxito. La improvisación, la descoordinacion, la falta de liderazgo y decisión, así como la mera o vana esperanza en que las cosas no ocurran, solo llevan al fracaso y pagar un precio mayor como consecuencia de ello.
El que sabe cuando puede volar y cuando no, sera victorioso (Sun Tzu)
"los guerreros victoriosos primero ganan y después van a la guerra. Mientras que los guerreros vencidos primero van a la guerra y después buscan ganar". La preparación, la planificación, el entrenamiento, el liderazgo y los protocolos de actuación son la base del éxito. La improvisación, la descoordinacion, la falta de liderazgo y decisión, así como la mera o vana esperanza en que las cosas no ocurran, solo llevan al fracaso y pagar un precio mayor como consecuencia de ello.
El que sabe cuando puede volar y cuando no, sera victorioso (Sun Tzu)
Jose Federico Villamil Calva
fedevillamil@fortiumsc.eu
Coordinador del blog
Coordinador de la División Fortium ITS
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