¿Eso
es algo bueno?.
Puede parecer un movimiento
innovador hacia el futuro, los robots autónomos vienen con su cuota de matices
y problemas. Considere un robot en la calle con cientos de peatones,
¿Podrán funcionar lo
suficientemente bien como para manejar la situación en este tipo de entornos sin convertirse en
una amenaza?.
La demanda actual, exige una calidad y el manejo adecuado
de situaciones de riesgo, por ello consideramos que existen muchos problemas
relacionados con el uso de robots para la seguridad, entendida desde la
perspectiva actual.
En alguna ciudad del estado
de California, se está intentando descubrir cómo evitar que los robots cumplan
con lo establecido sin dañar a las personas.
Además, si algo sale mal con
el robot, ¿cómo contactarías rápidamente con el propietario del mismo o como evitas los daños
que puede provocar?.
Las pruebas que se han
realizado, no han funcionado correctamente y por ello están aumentando las
dudas de la idoneidad de sustituir al personal humano por otros medios robóticos.
¿Es esto dañino para los humanos y cómo se puede aliviar este tipo de
situaciones?.
Los robots tienen
capacidades limitadas que podrían ayudar en algún nivel, pero en situaciones
volátiles, o en situaciones donde se justifica la necesidad de instinto y
empatía, el capital humano es
irremplazable. La cantidad de riesgos que supone el uso de robots en el día a día, indica que de momento
es difícil plantear alternativas al colectivo humano en materia de seguridad y
vigilancia.
Si bien podría la tecnología
significar importante ahorro con el uso de robots, las implicaciones que rodean
su efectividad aún están en cuestión, sin olvidar la inversión que supone y su
mantenimiento permanente.
Los robots de seguridad
pueden parecer inofensivos, pero como
dicta la historia, no se puede juzgar un libro por su portada, los
estándares de calidad deben contemplarse y considerar si la robótica puede
estar lista para reemplazar el capital humano en diferentes áreas pero teniendo
en cuenta la aplicación de la Ley.
¿Pueden realmente ahorrar
mano de obra?, y ¿quién programa esos robots para saber cuándo evitar herir a
alguien?.
A medida que el tiempo
continúa evolucionando, el cambio hacia el uso de robots para reemplazar el
capital humano es tentador, pero ¿con qué riesgo? ¿hay realmente la
seguridad de que nada pueda salir mal?.
Todas estas preguntas dan
credibilidad y facilitan la comprensión de por qué el capital humano no puede
ser reemplazado por completo. Los robots son controlados por el hombre,
reparados por el hombre y mejorados por el hombre. Sin los protocolos adecuados
para trabajar en un lugar específico, los robots serían incapaces de enfrentar
situaciones en las que los humanos puedan estar en riesgo.
En general, la tecnología
ayuda a que las cosas funcionen mejor, pero es imposible sustituir del todo al
capital humano. Además, aunque los robots son útiles, tienen muchas
limitaciones que los humanos saben manejar, son conscientes, toman decisiones
al instante y son capaces de advertir situaciones que una maquina no detecta
hasta que efectivamente suceda.
¿Se puede poner en peligro
la seguridad si se desprograma el
software de un robot?.
Absolutamente. Es algo en lo
que debemos pensar, los hombres son necesarios siempre, programaran las
funciones del equipo y decidirán cómo se
enfrentan los robots a las diferentes situaciones que se puedan producir,
teniendo en cuenta siempre que la seguridad de las personas y los bienes no
pueden ponerse en riesgo, por algo tan simple como puede ser el agotamiento de
la carga de la batería o una avería técnica, que pueda alterar su capacidad de
responder a la programación preestablecida.
NO llegó aun la hora, los
robots, serán importantes para complementar la seguridad, pero jamás para
asumir la responsabilidad y pensar rápido y eficazmente ante una situación de
alto riesgo.
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